lunes, 18 de julio de 2011

Veladas en Cerro de los Pinos





A la noche, después de comer, nos reuníamos todos en el “salón” que era una mezcla de living y escritorio de Bon Papa. Frente a la salamandra, único sistema de calefacción en toda la casa, había dos silloncitos y entre ellos una mesa con una gran lámpara a “petrol”(kerosene) que con su luz tenue (mucho menos que los foquitos de 25 W de Pinette) creaba un ambiente muy cálido y acogedor.
Bon Papa se sentaba en el de la izquierda y Bobonne en el otro con su infaltable costurero al lado, recuerdo que era un catre de madera en X (fabricado por Bon Papa en su carpintería al igual que casi todos los muebles de la casa) del que colgaba una bolsa de tela verde dentro de la cual, en un desorden indescriptible tenía todo su material de costura, hasta el huevo de madera para zurcir las medias y el dedal metálico para empujar la aguja!

Mientras los “grandes” tomaban el café Bon Papa tocaba la flauta entonando canciones tradicionales francesas. Los mas chicos teníamos derecho a un “canard” que consistía en mojar en el café un terroncito de azúcar que venía en forma de cubitos envueltos en papel (marca Lheritier) nos parecía una delicia…Bernardo me recordaba que rezábamos el Rosario, pero a diferencia de la Sierra solamente una decena, menos mal! Ya que entre la penumbra y el calorcito de la estufa (sin olvidar la chicha de la comida!), a los tres minutos hubiésemos quedado en el mismo estado que Vicente en el sillón gris mientras Aitachi desgranaba las letanías y nosotros (los que quedaban todavía en el living de casa!) repetíamos en un tono monocorde y apenas perceptible el “ora pro nobissss…” (Vicente, por supuesto, ni se enteraba ya que estaba sumido en un profundo sueño!).

Para las grandes ocasiones, es decir casi todos los días, Bon Papa se servía una copita de guindado y cuando estaba de buen humor, o sea siempre, nos dejaba chupar una guinda que después se comía el. Eso si que era bueno! Otro que el canard. Hablando de humor no recuerdo haberlo visto a Bon Papa enojarse ni levantar la vos, no así Bobonne que con su sangre Poncin sabía demostrar su descontento. Recuerdo siempre el momento en que llegaba desde “el otro lado”, después de cruzar el rio a caballo, el peon con la mochila del correo y la bolsa con la carne. Indefectiblemente se repetía siempre la misma escena que a nosotros nos divertía mucho así que nos escondíamos a una distancia prudencial y observábamos sin perdernos detalle. El buen hombre con su mejor cara de inocente le entregaba la bolsa de la cual Bobonne extrayendo un cedazo de carne informe rugía en su mejor frañol: “otra vez el sal garrón!”según ella del “otro lado” siempre se quedaban con los lomos y pecetos y a ella le mandaban los cortes inferiores. Eran las pequeñas delicias de la convivencia entre las familias, que en el fondo, era muy buena.

Volviendo a nuestra velada, el otro momento que creaba una gran expectativa era cuando Bon Papa prendía su radio para sincronizar la hora, de su reloj de bolsillo, con la BBC de Londres. Nunca entendí muy bien porque iba tan lejos a buscar la hora. Probablemente sería que la única manera de sintonizar alguna frecuencia fuese por honda corta y desde Londres? De todas maneras el único que podía entender algo de lo que salía por el parlante era Bon Papa. En un rincón del “salón”, con mas exactitud el NW, se encontraba la susodicha radio que no era precisamente una portátil digital, sus dimensiones eran mas que importantes. Eran los típicos muebles de la época (para nosotros ya era una reliquia!), de madera, con una esterilla que cubría el parlante al cual Bon Papa pegaba su oído derecho, y dos perillas: una para el encendido y volumen y la otra para hacer correr el fiel de la sintonía sobre una escala graduada. Había que prenderla un rato antes para darle tiempo a que se calienten las lámparas (creo que se las denominaba “radio a galena”, puede ser?), luego venía el operativo sintonía y en medio de un ruido infernal, chirridos, crrrr..crrr..de todo tipo, entrecortados por descargas eléctricas y estáticas, Bon Papa muy concentrado adivinaba y nos retransmitía las noticias. Fue así que me enteré de la muerte de W.Churchil en 1965, esto les dará una idea del buen oído de mi abuelo y de la época de mis recuerdos! En un momento determinado y en medio de este batifondo se oía y con bastante nitidez el biiip..biiip..biiip de la hora oficial y allí concluía el operativo!

Como les comentaba al principio en el “salón” Bon Papa tenía su “mesa de trabajo” que cumplía la función de escritorio. En ella desplegaba su libro contable y de parte diario que prolijamente todos los días actualizaba con su mejor letra caligráfica. Para ello prendía la única lámpara eléctrica de la casa. Era un foco de 12W al que con un sistema de poleas podía regularse su altura por encima de la mesa. Se alimentaba con una batería, la misma que permitía que funcione la radio y que se cargaba por medio de un win-charger. Este molinito con una hélice de dos paletas se encontraba en el lugar mas ventoso de todo el parque, cerca del ala norte de la casa entre dos álamos gigantes. Conclusión que los que dormían en ese sector: cuarto contiguo al de Bobonne y Bon Papa y el de arriba al que se podía acceder también por una escalera exterior, cuando había viento, es decir siempre, no pegaban un ojo! Ahora veo de donde venia la sensación de pánico que tuve, en mi carpita, en el campamento base del Aconcagua en febrero del 2010! Las ráfagas de viento eran tan fuertes que hacían crujir toda la casa, los álamos se sacudían y daba la impresión que inexorablemente se aplastarían sobre la casa y el pobre win-charger parecía que en cualquier momento remontaría vuelo! De pronto todo se aplacaba y se hacía un gran silencio, así que uno recuperaba la serenidad y aprestaba a dormirse…para que? De pronto se escuchaba a lo lejos, un murmullo que iba en aumento hasta transformarse en rugido, en ese momento uno se tapaba con la almohada y contenía la respiración hasta que pase el tornado con todas sus consecuencias…luego nuevamente la calma y a esperar la próxima ráfaga…así hasta el amanecer. Lo bueno de esto es que la batería estaba siempre a full!!!

En esta muy linda acuarela que pinto Tante Therese se puede ver la fachada norte de la casa, el famoso win-charger  estaba unos 10 mts.frente a la escalera de madera que subía al cuarto.
Para mi la puerta que esta a la izquierda (SE de la casa) sería el cuarto de Therese, pero si es así me faltaría un cuarto mas a la izquierda.


Cuando le dí a leer a Pinette la primera versión de este racconto me miro con su característica sonrisa y me dijo:”sos un macaneador, Bon Papa era muy prudente y nunca dejaba el win-charger andando de noche” y tiene razon!


martes, 3 de mayo de 2011

“LA CHICHA”




A partir de unas manzanas silvestres, verdes y muy ácidas, que se cosechaban en el campo de “Cerro de los pinos”Bon Papa fabricaba una bebida alcohólica similar a la sidra, de hecho la conocíamos como tal. Aparentemente estos montecitos de manzanos habían sido plantados por los indios provenientes de Chile.
Después de su cosecha y acarreo, en carros tirados por bueyes, se las trituraba y prensaban en lo que llamábamos la “sidrerie”que se encontraba en una construcción contigua al antiguo molino harinero. Del jugo extraído y luego de un proceso de fermentación en cubas de madera se obtenía la famosa chicha. Recuerdo estar parado en la pasarela que había alrededor de la prensa en la que se volcaban las manzanas y de donde a su vez salía el jugo, todo esto envuelto en un delicioso aroma, creo que de allí nace mi actual cultura alcohólica….
A diferencia de la que fabricaba el tío abuelo Santiago, en la otra orilla del río Chimehuin donde vivía, la chicha de Bon Papa era sin gas. Creo que la diferencia radicaba en que “del otro lado”(así se denominaba la ubicación de las casas donde habitaban la familias del tío abuelo Santiago y las de sus hijos) embotellaban la chicha, produciéndose otro tipo de fermentación que la hacia espumante.

Todos los días, antes del mediodía, íbamos con Bon Papa y con dos jarras de vidrio a “la cave” a buscar la chicha. Las dos jarras eran una para el mediodía y otra para la noche, aunque creo recordar que a la hora del te también se tomaba…
Saliendo de la cocina y luego de cruzar el canal por un puente muy angosto (hecho con un tablón de madera) Bon Papa echaba un vistazo al “belier”, que era la bomba que subía el agua del canal al tanque que se encontraba en el primer piso de la casa. Lo curioso del caso es que esa bombita funcionaba con la presión originada por una columna de agua de no mas de 2 mts.,ya que se encontraba en un poso por debajo del nivel del canal, y la subía a unos 4 mts.por encima del mismo. El caudal era mínimo, pero como funcionaba permanentemente alcanzaba para el consumo de los baños y cocina.
El belier tenía un mecanismo muy simple pero solo Bon Papa sabía y tenia la paciencia para calibrarlo y purgarlo como para que no pare nunca de funcionar. Eso permitía que el hilo de agua que subía alcance justo para el consumo diario de la casa. No por nada con el oído atento de Bon Papa cada vez que íbamos al baño “viejo”y tirábamos de la cadena escuchábamos, desde el fondo de la casa: “con moderación, que son 10 lts.menos de agua!!!”, por supuesto esto dicho en su impecable frances.
Después del control del belier, que podía durar varios minutos ya que primero había que hacer silencio y escuchar atentamente el sonido que emitía, si todo funcionaba bien debía ser algo parecido a esto: “ffffffff-tic….fffffffff-tic…..y así hasta el infinito”(los puntitos indicaban silencio, que era muy importante ya que su duración indicaba si el calibrado era el correcto…) si no se escuchaba nada es que estaba todo mal….no funcionaba….estaba parado….no podríamos tirar de la cadena….habría que ir al agujero negro!!!

Seguimos nuestro trayecto a la cave costeando un arroyito que no era ni mas ni menos que el famoso torrente que pasaba por debajo del agujero negro!!! (voy a tener que consultar mi psicóloga por este trauma del “agujero negro”!!!!). Volvía a aparecer en la superficie bordeado por inmensos álamos que supongo debían su tamaño al agua y especialmente al alto contenido de fertilidad de la misma!!!. Muchas de las raíces quedaban expuestas dentro del agua lo cual traía para nosotros beneficios e inconvenientes. Recordando los 80 mts de la noche anterior (ver “baño nuevo”)…. aparecieron intactos, por su alta calidad!, enganchados en una raíz. Bon Papa no era de levantar la vos ni de retar, pero nos hacia saber muy bien de su disgusto ante alguna macana. Por un lado al mirarlo se creía percibir un movimiento ascendente de sus grandes bigotes que lo decían todo! Y por otro con el fino humor e ironía que lo caracterizaban hacia algún comentario acorde al momento, en este caso podría ser: “si había alguno con algún problemita que requería tanto ph, sería tal vez conveniente, por su salud, que se abstuviera de comer postre”. Por supuesto elegía el día en que sabia que había frambuesas o mousse de chocolate. El responsable aprendía la lección y si no lograba tomarle la mano al corte del ph, pasaba al plan B para hacer desaparecer el cuerpo del delito. Este consistía en el “método de la caña”, a mas de uno se nos fue alguna vez por el agujero negro, involuntariamente en estos casos!, una zapatilla, o una media…Así que al día siguiente, bien temprano para que nadie nos vea y evitar las cargadas, íbamos con una caña coigue a la pesca de lo que las benditas raíces nos devolvía.

Pasado el mal trance de lo que nos podía deparar la orilla del “egoue”, llegamos a la “cave”.
Luego de bajar los dos o tres escalones con sumo cuidado ya que indefectiblemente teníamos las recomendaciones de Bon Papa, surgidas de las desventuras de Madame Michulette. Era una enorme alemana, vecina del campo “Chacaial”, que parece que rodó por los escalones y casi se rompió una costilla!. De eso hacia mucho años, pero la insistencia de Bon Papa en recordárnoslo nos había marcado. Era prudente la recomendación ya que al ingresar a la cave encandilados por el sol y al no haber electricidad, no se veía ni lo que se hablaba, con lo cual fácil hubiese sido errar un escalón….
La chicha estaba en un enorme tonel de madera y para extraerla del mismo Bon Papa había ideado un sistema de sifón. El ritual consistía en desenganchar la punta externa de la manguera, que se encontraba por encima del nivel del tonel enganchada al techo, sacar el corcho que la tapaba, y para cebar el sistema aspirar del extremo y una vez que salía la chicha introducirlo en las jarras. Bon Papa era el que manejaba todo el operativo, pero antes de introducir el extremo por donde salía la chicha en las jarras y para gran alegría nuestra nos hacia practicar la técnica.
Por las consecuencias que producía en nosotros dicha practica, siempre me quedo la duda si Mme.Michulete se habría tropezado al entrar en la “cave”o al salir de la misma…después del “operativo sifón”?
Lo que si recuerdo es que el regreso a la casa con las jarras de chicha se hacia en un clima mucho mas distendido y alegre que el trayecto de ida y lo curioso es que tardábamos el doble de tiempo!!!.


Nota agregada con posterioridad: La que perdió la zapatilla por el “agujero Negro”fue….Bernadette! y no hubo ningún plan B con la caña cohigue. Que lástima ya que le daba un toque épico a mi relato!. Como siempre, el que solucionaba todo era Bon Papa, así que como al día siguiente no había rastro de la dichosa zapatilla, por la otra punta del canal subterráneo, tuvo que abrir las compuertas para mandar mas agua y así, al final, apareció. 

lunes, 17 de enero de 2011

CERRO PENITENTES (Mendoza)



17-enero-2011
Llego a Mendoza (700 msnm) desde Bs.As. a las 9.30 hs luego de 13 hs.de un muy buen viaje en colectivo cama suit de la Empresa CATA. Desde la terminal me dirijo al Hostel Simagliaro, lugar de encuentro del grupo y primera noche. Mi primera sorpresa fue mi estado de animo mucho mas sereno y relajado que en otras oportunidades y eso que nos esperaba el asenso mas difícil de lo que había hecho hasta aquí (Lanin, Plaza Francia en el Aconcagua, Cerro Arena en Vallecito, Puna Catamarqueña). Estaré manejando la ansiedad que me impedía valorar y disfrutar el día a día?.
Almorzamos juntos para conocernos ya que Fernando, nuestro guía, venia de Córdoba, Gabi, profesor de historia en la Universidad del Litoral y la UBA, vive en Paraná, Gerardo, Abogado y Edgardo, Jefe de Recursos Humanos en una empresa, ambos ex Policía provenientes de Santa Fe; por la tarde chequeamos los equipos y alquilamos lo que nos faltaba y luego de una rica pasta preparada por Fernando en la cocina del Hostel, nos fuimos a dormir temprano.

18-enero-2011
Después de una ultima ducha hasta nuestro regreso a Mendoza, a las 10 hs. partimos en ómnibus para Penitentes, salimos por la Ruta 40 parando en Lujan de Cuyo y luego por la 7, que va hasta Las Cuevas costeando el Rio Mendoza y parando en Potrerillos (el dique muy bajo por falta de agua), Uspallata, Penitentes y bajamos sobre la ruta frente a la quebrada de Vargas lugar de nuestro primer campamento. Es una ruta rodeada de paisajes espectaculares, se va costeando en gran parte el rio Mendoza donde se ven gomones de los que hacen raftin, también se bordean las vías del ex-tren de trocha angosta con sus puentes y túneles, todo rodeado de cerros cada vez mas altos, así nos fuimos metiendo en plena cordillera.
A eso de las 14 hs llegamos a destino y luego de cruzar el rio por un puente colgante no muy confiable, llegamos a la entrada de la quebrada de Vargas donde instalamos nuestro primer campamento. En este punto ya estábamos a 2650 msnm. Armamos nuestras carpas, a mi me tocaba dormir con Gabi, bajo las instrucciones de Fernando, el dormía solo y Gerardo y Edgardo en la tercer carpa. Luego para que Fernando pueda testear nuestro estado físico/anímico hicimos un trekking hasta Puente del Inca (11 km entre ida y vuelta en 2 hs), íbamos por la vía cruzando nuevamente el rio por el puente del ferrocarril, esta parte no me gusto ni medio! además me di cuenta que sufría algo de vértigo!!, visitamos el cementerio del montañista con sus múltiples historias, es un buen lugar y momento para la reflexión, nos recuerda por un lado que estamos en esta vida solo de paso y por otro que estamos llamado a la trascendencia. De regreso a nuestro campamento se puede decir que la prueba fue superada! Me siento fuerte y de animo para encarar el ascenso.

19-enero-2011
Bien por la primera noche en carpa! Nos estamos aclimatando de acuerdo a lo previsto, Fernando nos toma el nivel de oxigeno y pulsación estamos en los 90-78 normal para la altura a la que estamos. Salimos para el campamento base a las 9 hs. Subimos por la quebrada de Vargas bordeando el arroyo del mismo nombre por momentos casi al mismo nivel y por otros por cornisas con el arroyo a mas de 50 mts. abajo. Pasado los 3000 mts de altura y con 5 o 6 km ya recorridos se puso muy duro, el cansancio nos gana. Yo por suerte voy bien, me falta aire (hace rato que respiro por la boca, por mas que tengo una nariz interesante no da abasto) ya tome mi ritmo de altura, pasos muy cortitos y tratando de parar lo menos posible. A las 14,30 hs. llegamos al campamento base, agotado! Tardamos 5 hs., 3 caminando y 2 de descanso, hicimos desde el campamento 7,60 km.y subimos de 2650 msnm hasta 3250 msnm. Estamos a la orilla del arroyo laguna seca donde armamos las carpas entre unas pircas de piedras para protegerlas del viento. Gracias a Dios hasta ahora el tiempo nos acompañó de maravillas, poco viento, calor de día y noches frías pero dentro de las bolsas ni se siente. Para cocinar y comer tenemos el mini refugio Grajales a nuestra disposición ya que somos el único grupo instalado, todo un lujo!
Suelo decir que la montaña es para mi una escuela de vida, al bajar me siento mejor conmigo mismo, gracias a un mejor autoconocimiento descubro nuevas limitaciones y virtudes que me ayudan a contestarme las eternas preguntas de para que me ha puesto Dios en este mundo?, adonde voy? Que espera de mi?. En mi caso estos descubrimientos compensan ampliamente las molestias y alteraciones que uno padece en estos lares.
Pasado los 3000 msnm y mientras se produce el proceso de aclimatación el organismo y su funcionamiento sufre una serie de alteraciones, como ser cefaleas, mareos, vómitos, problemitas intestinales etc. Son muy normales pero no por eso dejan de ser algo molestos y sobre todo en las condiciones de comodidad en las que se vive. El operativo ir al baño, que en la casa de cada uno hasta puede resultar placentero, sobre todo si puede llevarse una buena lectura y nadie lo apura golpeándole la puerta para entrar, en las condiciones en que me encuentro es algo complicado ya que tengo que salir corriendo en medio de la noche, con mi linterna frontal, el rollo de 70 mts (o lo que queda de el), acurrucarme en una postura algo incómoda detrás de unas rocas, siempre teniendo en cuenta de alejarme del campamento siguiendo el sentido del viento por respeto a mis compañeros. Lo bueno es que el tramite suele ser bastante rápido por lo que les comentaba de los efectos de la altura por un lado y del agua algo contaminada por otro, justamente hay un lote de algo parecido a unas vacas intentando pastorear, no se que, alrededor del campamento y en un estado algo calamitoso. El tema del agua es, valga la redundancia, todo un tema. Hay que tomar al menos 2 lt. por día para ayudar a la aclimatación, evitar la deshidratación y su consecuencia el mal de altura. Por las dudas se le debe agregar unas pastillas potabilizadoras y sales minerales por ser agua de deshielo lo cual no mejora su sabor y sino pregúntenle a Gabi que no la podía soportar y en medio del delirio que le provocaba su abstinencia pedía a gritos una “cocacolita”. En cuanto a la higiene personal opte directamente por dejar en Mendoza toalla, jabón, shampoo, nadie se muere por no bañarse por cuatro días! Además había sido un acuerdo pactado entre los 5 al salir. Viendo la temperatura del agua creo que hicimos muy bien en quitarnos ese sobrepeso y volumen de las mochilas.

20-enero-2011
A las 6,30 hs. Fernando nos sacude la carpa, hoy es el día de intento de cumbre y probablemente el mas duro. Es bastante complicado en unas carpitas tan chicas salir de la bolsa de dormir, agregarse ropa de abrigo, ponerse las botas, armar la mochila (por hoy llevábamos una por carpa) y al fin salir de la carpa, noto que a mis casi 61 estoy algo entumecido y poco ágil. Además ante el mínimo esfuerzo me ajito por la falta de oxígeno. Después del desayuno a las 8,25 hs. Salimos para la cumbre tenemos una marcha de 5 km. y 1100 mt. de desnivel a trepar!
La subida fue espectacular por los paisajes (no tanto por el esfuerzo requerido!), fuimos acompaño casi toda la ruta con la imponente vista de la Pared Sur del Aconcagua. Nos atrasamos un poco respecto al cronograma de ascenso ya que deberíamos hacer cumbre entre 14,30 y 15 hs. para darnos tiempo de volver al campamento con luz. Dejando las mochilas a unos 100mts de la cumbre llegamos a las 15,25 hs. Muertos pero con una inmensa felicidad. Después de las mutuas felicitaciones, de abrazarnos llorando y sacarnos las consabidas fotos a las 16 hs. emprendimos rápidamente el regreso. Lo de rápido fue mas un deseo que una realidad. Creo que llegue mas por la voluntad que le puse que por el resto físico.
Cuando estoy en un lugar así tengo pensamientos contrapuestos ya que por un lado me siento chiquito y muy poca cosa ante tanta inmensidad y por otro pienso que importante debemos ser para Dios y cuanto nos ama para regalarnos estas maravillas y en mi caso darme la salud y las ganas de ir a buscarlas para poder disfrutar de ellas.
Thomas Moore, casi Jesuita y psicoterapeuta, piensa que “el alma tiene una necesidad absoluta e inexorable de excursiones regulares al encantamiento”, que las necesita “del mismo modo que el cuerpo necesita comida y la mente pensamientos”. En una vida encantada, como el la define, “hay muchos momentos en que el corazón se sobrecoge de belleza y la imaginación se electriza por alguna cualidad fantasmal del mundo o por un espíritu o una voz que hablan desde lo profundo de una cosa, un lugar o una persona”.
Los que saben de montaña dicen que la cumbre recién se logra cuando se vuelve a casa. Lo mas difícil suele ser regular el desgaste físico como para guardar un resto para la bajada. Los accidentes suelen producirse en el descenso, por cansancio y agotamiento. En mi caso, aunque este concepto es real y lo tengo muy presente el bajar me resulta mucho mas fácil y placentero que la subida y mas aun si logre la cumbre!. Recuerdo mi infancia en el campo, teníamos una sarta de caballos viejos muy mansos, ideales para andar, pero muy mañeros. Cuando los ensillábamos al salir hinchaban la pansa para que no podamos apretar demasiado la cincha, a la media hora se aflojaban y todas las monturas se giraban para el costado. Conclusión: vuelta a ensillar. Pero lo que mas bronca nos daba era que a medida que nos alejábamos de la casa no había rebenque que los hiciera galopear en cambio al momento de emprender el regreso se embalaban y no había freno que los sujete. Eso es mas o menos lo que me pasa a mi cuando subo y bajo una montaña.
Llegamos al campamento base a las 19 hs. en mi caso con alguna dificultad ya que tenia la visión totalmente nublada, pensé que tendría los anteojos sucios pero al sacármelos Fernando me hace notar que tenia un derrame en ambos ojos probablemente causados por los cambios bruscos de presión debido a la altura. Después de una noche reparadora amanecí con la vista perfecta.
Al volver de la cumbre la población del campamento había aumentado, un grupo de alemanes y otro de canadienses se estaban instalando. Íbamos a festejar con unos añolotis con salsa, pero: sorpresa! habían desaparecido de nuestro refugio donde los habíamos dejado a la mañana. Según nuestros nuevos vecinos cuando llegaban al campamento unos arrieros se llevaban el lote de vacas contaminantes. Probablemente junto con las vacas arriaron con los agnolotis. Al final compartimos la comida de festejo con nuestros amigos que hasta tenían vino!. Con lo cual olvidamos rápidamente el percance, gracias al Vino!

21-enero-2011
6 de la mañana, arriba! Es que tenemos que estar en Penitentes a las 12 hs. para tomar el colectivo a Mendoza y de allí a las 19,30 hs. salimos Fernando para Córdoba y yo para Bs.As. los demás se quedan en Mendoza.
Desarmamos nuestro campamento y en eso también noto una evolución en mi aprendizaje ya que la sincronización y rapidez que logramos con Gabi para levantar campamento nos sorprendió a los dos. Desayunamos y 7,30 hs. estábamos en marcha de regreso. Lo bueno que tiene la montaña es que aunque uno vuelva al punto de partida deshaciendo el mismo camino que a la ida, el hecho de ver el paisaje desde otro ángulo, con otra luz y con otro espíritu, lo muestra totalmente distinto como si fuera otro.
Es realmente para agradecer el hecho que a pesar de los años vividos mi capacidad de asombro se mantiene intacta y hasta diría que aumenta. Ciertamente mi actitud ante la vida me permite revivir y recrear de manera distinta circunstancias y hechos ya experimentados, como si fuera la primera vez.
Pasamos por las mismas cornisas que al subir y reconozco que me provocaron el mismo o hasta mas miedo que a la ida. Ya actúa la aprehensión y el prejuicio que no tenía al no conocerlas. El miedo, el dolor, el cansancio, las ganas de abandonar, la añoranza de las comodidades básicas son parte importante de estas expediciones y diría que fundamentales ya que la manera de aceptarlas y asumirlas son parte del aprendizaje en esta escuela de vida de la que les hable anteriormente. Aprendo a valorar las pequeñas cosas que doy por supuestas en la vida cotidiana.
A las 11 hs. llegamos a Penitentes y nadie puede imaginarse como, esperando la llegada del colectivo y degustando una picadita, disfrute de la Stella Artois que nos ofreció Gerardo!!!!! Y ni hablar de Gabi con su Coca!.
Quiero agradecer especialmente a mis compañeros de escalada: Fernando nuestro guía y cocinero (cuando no intervenía Gerardo con sus consejos y opiniones!), su buena predisposición y paciencia permitió que todos podamos disfrutar de esta vivencia y, pequeño detalle, hacer cumbre!, Gabi el profe (tenia otro apodo pero quedara en la intimidad del grupo) gran compañero de carpa, a pesar de lo mal que se sentía y la falta de su “cocacolita” siempre le puso onda y buen humor especialmente con sus frases célebres de Jean Claude Van Damme, ya me lo imagino haciendo cumbre en el Aconcagua!. Los amigos “motoqueros” Santafesinos, Gerardo y Edgardo, que nos contagiaron su alegría, carcajadas y visión optimista de la vida. Actitud que admiro y envidio sobre todo sabiendo que, por sus profesiones, tuvieron que convivir y lidiar con las miserias y dolores mas profundos del ser humano. Por eso gracias! todos contribuyeron y mucho en disfrutar del aprendizaje en esta escuela de vida que es para mi la montaña.
Descubro que las cosas que se viven (y a veces se logran) con esfuerzo, con paciencia y con cierta lentitud son las que perduran en el tiempo. Como decía mi Abuelo: “se difícil donc set amusent” (es difil luego es divertido, o algo así)
Las estadísticas dicen que: En 4 dias caminamos 38 km. en 21 hs. y subimos de 2650 msnm a 4350 msnm (1700 mt.). Es solo una anécdota después de todo lo vivido.