lunes, 17 de enero de 2011

CERRO PENITENTES (Mendoza)



17-enero-2011
Llego a Mendoza (700 msnm) desde Bs.As. a las 9.30 hs luego de 13 hs.de un muy buen viaje en colectivo cama suit de la Empresa CATA. Desde la terminal me dirijo al Hostel Simagliaro, lugar de encuentro del grupo y primera noche. Mi primera sorpresa fue mi estado de animo mucho mas sereno y relajado que en otras oportunidades y eso que nos esperaba el asenso mas difícil de lo que había hecho hasta aquí (Lanin, Plaza Francia en el Aconcagua, Cerro Arena en Vallecito, Puna Catamarqueña). Estaré manejando la ansiedad que me impedía valorar y disfrutar el día a día?.
Almorzamos juntos para conocernos ya que Fernando, nuestro guía, venia de Córdoba, Gabi, profesor de historia en la Universidad del Litoral y la UBA, vive en Paraná, Gerardo, Abogado y Edgardo, Jefe de Recursos Humanos en una empresa, ambos ex Policía provenientes de Santa Fe; por la tarde chequeamos los equipos y alquilamos lo que nos faltaba y luego de una rica pasta preparada por Fernando en la cocina del Hostel, nos fuimos a dormir temprano.

18-enero-2011
Después de una ultima ducha hasta nuestro regreso a Mendoza, a las 10 hs. partimos en ómnibus para Penitentes, salimos por la Ruta 40 parando en Lujan de Cuyo y luego por la 7, que va hasta Las Cuevas costeando el Rio Mendoza y parando en Potrerillos (el dique muy bajo por falta de agua), Uspallata, Penitentes y bajamos sobre la ruta frente a la quebrada de Vargas lugar de nuestro primer campamento. Es una ruta rodeada de paisajes espectaculares, se va costeando en gran parte el rio Mendoza donde se ven gomones de los que hacen raftin, también se bordean las vías del ex-tren de trocha angosta con sus puentes y túneles, todo rodeado de cerros cada vez mas altos, así nos fuimos metiendo en plena cordillera.
A eso de las 14 hs llegamos a destino y luego de cruzar el rio por un puente colgante no muy confiable, llegamos a la entrada de la quebrada de Vargas donde instalamos nuestro primer campamento. En este punto ya estábamos a 2650 msnm. Armamos nuestras carpas, a mi me tocaba dormir con Gabi, bajo las instrucciones de Fernando, el dormía solo y Gerardo y Edgardo en la tercer carpa. Luego para que Fernando pueda testear nuestro estado físico/anímico hicimos un trekking hasta Puente del Inca (11 km entre ida y vuelta en 2 hs), íbamos por la vía cruzando nuevamente el rio por el puente del ferrocarril, esta parte no me gusto ni medio! además me di cuenta que sufría algo de vértigo!!, visitamos el cementerio del montañista con sus múltiples historias, es un buen lugar y momento para la reflexión, nos recuerda por un lado que estamos en esta vida solo de paso y por otro que estamos llamado a la trascendencia. De regreso a nuestro campamento se puede decir que la prueba fue superada! Me siento fuerte y de animo para encarar el ascenso.

19-enero-2011
Bien por la primera noche en carpa! Nos estamos aclimatando de acuerdo a lo previsto, Fernando nos toma el nivel de oxigeno y pulsación estamos en los 90-78 normal para la altura a la que estamos. Salimos para el campamento base a las 9 hs. Subimos por la quebrada de Vargas bordeando el arroyo del mismo nombre por momentos casi al mismo nivel y por otros por cornisas con el arroyo a mas de 50 mts. abajo. Pasado los 3000 mts de altura y con 5 o 6 km ya recorridos se puso muy duro, el cansancio nos gana. Yo por suerte voy bien, me falta aire (hace rato que respiro por la boca, por mas que tengo una nariz interesante no da abasto) ya tome mi ritmo de altura, pasos muy cortitos y tratando de parar lo menos posible. A las 14,30 hs. llegamos al campamento base, agotado! Tardamos 5 hs., 3 caminando y 2 de descanso, hicimos desde el campamento 7,60 km.y subimos de 2650 msnm hasta 3250 msnm. Estamos a la orilla del arroyo laguna seca donde armamos las carpas entre unas pircas de piedras para protegerlas del viento. Gracias a Dios hasta ahora el tiempo nos acompañó de maravillas, poco viento, calor de día y noches frías pero dentro de las bolsas ni se siente. Para cocinar y comer tenemos el mini refugio Grajales a nuestra disposición ya que somos el único grupo instalado, todo un lujo!
Suelo decir que la montaña es para mi una escuela de vida, al bajar me siento mejor conmigo mismo, gracias a un mejor autoconocimiento descubro nuevas limitaciones y virtudes que me ayudan a contestarme las eternas preguntas de para que me ha puesto Dios en este mundo?, adonde voy? Que espera de mi?. En mi caso estos descubrimientos compensan ampliamente las molestias y alteraciones que uno padece en estos lares.
Pasado los 3000 msnm y mientras se produce el proceso de aclimatación el organismo y su funcionamiento sufre una serie de alteraciones, como ser cefaleas, mareos, vómitos, problemitas intestinales etc. Son muy normales pero no por eso dejan de ser algo molestos y sobre todo en las condiciones de comodidad en las que se vive. El operativo ir al baño, que en la casa de cada uno hasta puede resultar placentero, sobre todo si puede llevarse una buena lectura y nadie lo apura golpeándole la puerta para entrar, en las condiciones en que me encuentro es algo complicado ya que tengo que salir corriendo en medio de la noche, con mi linterna frontal, el rollo de 70 mts (o lo que queda de el), acurrucarme en una postura algo incómoda detrás de unas rocas, siempre teniendo en cuenta de alejarme del campamento siguiendo el sentido del viento por respeto a mis compañeros. Lo bueno es que el tramite suele ser bastante rápido por lo que les comentaba de los efectos de la altura por un lado y del agua algo contaminada por otro, justamente hay un lote de algo parecido a unas vacas intentando pastorear, no se que, alrededor del campamento y en un estado algo calamitoso. El tema del agua es, valga la redundancia, todo un tema. Hay que tomar al menos 2 lt. por día para ayudar a la aclimatación, evitar la deshidratación y su consecuencia el mal de altura. Por las dudas se le debe agregar unas pastillas potabilizadoras y sales minerales por ser agua de deshielo lo cual no mejora su sabor y sino pregúntenle a Gabi que no la podía soportar y en medio del delirio que le provocaba su abstinencia pedía a gritos una “cocacolita”. En cuanto a la higiene personal opte directamente por dejar en Mendoza toalla, jabón, shampoo, nadie se muere por no bañarse por cuatro días! Además había sido un acuerdo pactado entre los 5 al salir. Viendo la temperatura del agua creo que hicimos muy bien en quitarnos ese sobrepeso y volumen de las mochilas.

20-enero-2011
A las 6,30 hs. Fernando nos sacude la carpa, hoy es el día de intento de cumbre y probablemente el mas duro. Es bastante complicado en unas carpitas tan chicas salir de la bolsa de dormir, agregarse ropa de abrigo, ponerse las botas, armar la mochila (por hoy llevábamos una por carpa) y al fin salir de la carpa, noto que a mis casi 61 estoy algo entumecido y poco ágil. Además ante el mínimo esfuerzo me ajito por la falta de oxígeno. Después del desayuno a las 8,25 hs. Salimos para la cumbre tenemos una marcha de 5 km. y 1100 mt. de desnivel a trepar!
La subida fue espectacular por los paisajes (no tanto por el esfuerzo requerido!), fuimos acompaño casi toda la ruta con la imponente vista de la Pared Sur del Aconcagua. Nos atrasamos un poco respecto al cronograma de ascenso ya que deberíamos hacer cumbre entre 14,30 y 15 hs. para darnos tiempo de volver al campamento con luz. Dejando las mochilas a unos 100mts de la cumbre llegamos a las 15,25 hs. Muertos pero con una inmensa felicidad. Después de las mutuas felicitaciones, de abrazarnos llorando y sacarnos las consabidas fotos a las 16 hs. emprendimos rápidamente el regreso. Lo de rápido fue mas un deseo que una realidad. Creo que llegue mas por la voluntad que le puse que por el resto físico.
Cuando estoy en un lugar así tengo pensamientos contrapuestos ya que por un lado me siento chiquito y muy poca cosa ante tanta inmensidad y por otro pienso que importante debemos ser para Dios y cuanto nos ama para regalarnos estas maravillas y en mi caso darme la salud y las ganas de ir a buscarlas para poder disfrutar de ellas.
Thomas Moore, casi Jesuita y psicoterapeuta, piensa que “el alma tiene una necesidad absoluta e inexorable de excursiones regulares al encantamiento”, que las necesita “del mismo modo que el cuerpo necesita comida y la mente pensamientos”. En una vida encantada, como el la define, “hay muchos momentos en que el corazón se sobrecoge de belleza y la imaginación se electriza por alguna cualidad fantasmal del mundo o por un espíritu o una voz que hablan desde lo profundo de una cosa, un lugar o una persona”.
Los que saben de montaña dicen que la cumbre recién se logra cuando se vuelve a casa. Lo mas difícil suele ser regular el desgaste físico como para guardar un resto para la bajada. Los accidentes suelen producirse en el descenso, por cansancio y agotamiento. En mi caso, aunque este concepto es real y lo tengo muy presente el bajar me resulta mucho mas fácil y placentero que la subida y mas aun si logre la cumbre!. Recuerdo mi infancia en el campo, teníamos una sarta de caballos viejos muy mansos, ideales para andar, pero muy mañeros. Cuando los ensillábamos al salir hinchaban la pansa para que no podamos apretar demasiado la cincha, a la media hora se aflojaban y todas las monturas se giraban para el costado. Conclusión: vuelta a ensillar. Pero lo que mas bronca nos daba era que a medida que nos alejábamos de la casa no había rebenque que los hiciera galopear en cambio al momento de emprender el regreso se embalaban y no había freno que los sujete. Eso es mas o menos lo que me pasa a mi cuando subo y bajo una montaña.
Llegamos al campamento base a las 19 hs. en mi caso con alguna dificultad ya que tenia la visión totalmente nublada, pensé que tendría los anteojos sucios pero al sacármelos Fernando me hace notar que tenia un derrame en ambos ojos probablemente causados por los cambios bruscos de presión debido a la altura. Después de una noche reparadora amanecí con la vista perfecta.
Al volver de la cumbre la población del campamento había aumentado, un grupo de alemanes y otro de canadienses se estaban instalando. Íbamos a festejar con unos añolotis con salsa, pero: sorpresa! habían desaparecido de nuestro refugio donde los habíamos dejado a la mañana. Según nuestros nuevos vecinos cuando llegaban al campamento unos arrieros se llevaban el lote de vacas contaminantes. Probablemente junto con las vacas arriaron con los agnolotis. Al final compartimos la comida de festejo con nuestros amigos que hasta tenían vino!. Con lo cual olvidamos rápidamente el percance, gracias al Vino!

21-enero-2011
6 de la mañana, arriba! Es que tenemos que estar en Penitentes a las 12 hs. para tomar el colectivo a Mendoza y de allí a las 19,30 hs. salimos Fernando para Córdoba y yo para Bs.As. los demás se quedan en Mendoza.
Desarmamos nuestro campamento y en eso también noto una evolución en mi aprendizaje ya que la sincronización y rapidez que logramos con Gabi para levantar campamento nos sorprendió a los dos. Desayunamos y 7,30 hs. estábamos en marcha de regreso. Lo bueno que tiene la montaña es que aunque uno vuelva al punto de partida deshaciendo el mismo camino que a la ida, el hecho de ver el paisaje desde otro ángulo, con otra luz y con otro espíritu, lo muestra totalmente distinto como si fuera otro.
Es realmente para agradecer el hecho que a pesar de los años vividos mi capacidad de asombro se mantiene intacta y hasta diría que aumenta. Ciertamente mi actitud ante la vida me permite revivir y recrear de manera distinta circunstancias y hechos ya experimentados, como si fuera la primera vez.
Pasamos por las mismas cornisas que al subir y reconozco que me provocaron el mismo o hasta mas miedo que a la ida. Ya actúa la aprehensión y el prejuicio que no tenía al no conocerlas. El miedo, el dolor, el cansancio, las ganas de abandonar, la añoranza de las comodidades básicas son parte importante de estas expediciones y diría que fundamentales ya que la manera de aceptarlas y asumirlas son parte del aprendizaje en esta escuela de vida de la que les hable anteriormente. Aprendo a valorar las pequeñas cosas que doy por supuestas en la vida cotidiana.
A las 11 hs. llegamos a Penitentes y nadie puede imaginarse como, esperando la llegada del colectivo y degustando una picadita, disfrute de la Stella Artois que nos ofreció Gerardo!!!!! Y ni hablar de Gabi con su Coca!.
Quiero agradecer especialmente a mis compañeros de escalada: Fernando nuestro guía y cocinero (cuando no intervenía Gerardo con sus consejos y opiniones!), su buena predisposición y paciencia permitió que todos podamos disfrutar de esta vivencia y, pequeño detalle, hacer cumbre!, Gabi el profe (tenia otro apodo pero quedara en la intimidad del grupo) gran compañero de carpa, a pesar de lo mal que se sentía y la falta de su “cocacolita” siempre le puso onda y buen humor especialmente con sus frases célebres de Jean Claude Van Damme, ya me lo imagino haciendo cumbre en el Aconcagua!. Los amigos “motoqueros” Santafesinos, Gerardo y Edgardo, que nos contagiaron su alegría, carcajadas y visión optimista de la vida. Actitud que admiro y envidio sobre todo sabiendo que, por sus profesiones, tuvieron que convivir y lidiar con las miserias y dolores mas profundos del ser humano. Por eso gracias! todos contribuyeron y mucho en disfrutar del aprendizaje en esta escuela de vida que es para mi la montaña.
Descubro que las cosas que se viven (y a veces se logran) con esfuerzo, con paciencia y con cierta lentitud son las que perduran en el tiempo. Como decía mi Abuelo: “se difícil donc set amusent” (es difil luego es divertido, o algo así)
Las estadísticas dicen que: En 4 dias caminamos 38 km. en 21 hs. y subimos de 2650 msnm a 4350 msnm (1700 mt.). Es solo una anécdota después de todo lo vivido.